Aun cuando la celebración litúrgica comienza con unas vísperas en la Catedral, los cultos centrales del Corpus Christi de Toledo tienen lugar por la mañana del jueves con una misa en el rito hispano-mozárabe que preside el arzobispo.

Posteriormente se inicia el recorrido con la Eucaristía expuesta en la Custodia que discurre bajo el palio continuo que ofrecen los toldos dispuestos en las calles.

En gran medida muchos de los elementos artísticos, ornamentales, vestiduras y elementos de la procesión y sus integrantes tienen un marcado sello de estética barroca abrumando al espectador con el colorido de las indumentarias, los sonidos de la música y los cánticos, así como los aromas del incienso que envuelve la custodia o de las hierbas aromáticas (principalmente tomillo) que cubren el suelo desde las hora previas a la salida del cortejo.

Textos: Rafael del Cerro Malagón


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