Si bien hay noticias de una fiesta celebrada en 1342 en honor del Señor, sin precisarse más datos, se sabe de cierto que fue en 1418 cuando discurrió por las calles de Toledo el primer cortejo procesional alrededor de la Catedral primada, aún no concluida, siendo arzobispo Sancho de Rojas entre 1415-1422.
Es en el siglo XVI es cuando cobraría mayor auge, coincidiendo con el mecenazgo de los grandes prelados y el gran esplendor del clero catedralicio. En esta época se afianzaron las bases de una rica manifestación religiosa con una magnífica custodia para acoger el pan eucarístico.Parroquias, gremios e instituciones se sumaron a un cortejo que venía a ser paralelo en esplendor a los que organizaba la ciudad para recibir a reyes e ilustres visitantes.
Siguiendo un cuidado ritual, en la actualidad, un vez que ha concluido la misa celebrada en la Catedral por el rito hispano mozárabe en las pirmeras horas de la mñana, la devoción y la atención se traslada a las calles ornamentadas por donde discurre la procesión con la gran custodia goticista de Enrique de Arfe que acoge la Eucaristía. Despues de unas tres horas de desfile, cuando regresa el cortejo y la custodia accede a las naves del templo primado, totalmente iluminadas, en ese momento resuenan los órganos creando una atósmera singular que merece la pena vivirse.