En realidad son dos piezas. La interior, donde está el ostensorio, o viril, para exponer el pan eucarístico, haba sido elaborada por el artífice barcelonés Almerique, con las primeras entregas de oro americano, atendiendo así el encargo recibido de la reina Isabel de Castilla en cuyo testamento, fechado en 1505 figuraba, si bien, en 1550 se labró otro. Cisneros, tras adquirir esta pieza, encargó la estructura de dos metros y medio de altura que elaboraría Enrique de Arfe para cubrir el citado ostensorio creando una gran filigrana gótica de plata y oro que recuerda la torre catedralicia. El orfebre colocó infinidad de figurillas con elementos decorativos y sonoros, como unas pequeñas campanillas que emiten un singular tintineo al moverse. Según la tradición, la custodia se arma con 7.500 tornillos para fijar 5.600 piezas y 260 figurillas, arrojando el conjunto un peso superior a las diecisiete arrobas. Para su elaboración se utilizaron 183 kg. de plata y 18 de oro, perlas y piedras preciosas