El maestro Domenico no solo practicó la pintura, desde su raíz humanista, también manifestó interés por las creaciones a través de la arquitectura y la escultura. Como otros artífices del XVI, fue calificado de “afamado arquitecto” por varios tratadistas hasta el siglo XVIII, asignándole la autoría de no pocos edificios de Toledo. Gracias a la investigación documental se sabe que al Greco se acercó intelectualmente a la teoría arquitectónica, actuando como tracista de retablos según sus particulares cánones estéticos.
Su acercamiento a la arquitectura
Los inventarios de los bienes del pintor hechos en 1614 y 1621 confirman que poseía tratados de Vignola, Alberti, Palladio o Serlio. En una edición veneciana de Daniele Bárbaro dedicada a Los diez libros de la arquitectura de Vitrubuio, hallada en la Biblioteca Nacional, existen acotaciones manuscritas hechas por el pintor que han sido investigadas por F. Marías y A. Bustamante en 1981, permitiendo saber de su defensa sobre la libertad creadora del artista frente al estricto marco matemático y geométrico de un profesional al uso. Al Greco le interesa la arquitectura como expresión creativa, obviando la obligada necesidad de la parte técnica y los ajustes precisos para lograr un resultado canónico conforme a unas leyes ópticas.
El Greco como tracista de retablos en Toledo
Dese su llegada a la ciudad hacia 1577 comenzó a recibir encargos que aunaban la pintura, los marcos y la ornamentación escultórica de modo que el diseñó varios retablos de evidente evocación que, en cierto modo, recogían, “en miniatura”, sus concepciones arquitectónicas. De su mando saldrían las trazas, aunque la ejecución final la llevase a cabo arquitectos y hábiles maestro de obras. Aún es posible analizar en Toledo, en cinco lugares, los resultados de su teoría, su práctica o los ecos trasformados por el tiempo.
• Convento de Santo Domingo el Antiguo (1577-79). Tras abandonarse los proyectos de Hernando de Ávila y Juan de Herrera, el Greco elaboró las trazas de tres retablos: el del altar mayor y dos laterales. Todos ellos fueron ejecutados por Juan Bautista Monegro que alteró el principal para adecuarle a la capilla. Los otros dos presentan una sencilla estructura: un frontón triangular sobre columnas de capiteles corintios.
• Sacristía de la Catedral (1581-87). El retablo realizado por el Greco para el Expolio, fue sustituido en 1798 por otro, quedando solamente una talla policromada (la Imposición de la casulla a San Ildefonso), suponiéndose que el original sería parecido a los altares menores de Santo Domingo el Antiguo.
• Capilla de San José (1597-99). Conjunto de tres altares. El principal, dispuesto en dos cuerpos, fue reformado por otro maestro dorador en 1613. Los dos laterales siguen los modelos de Santo Domingo el Antiguo, con el añadido de tres bolas sobre el frontón triangular.
• Capilla del Colegio de San Bernardino (1603). Se conserva en el Museo del Greco. Retablo de trazas sencillas, también con un frontón triangular sostenido por columnas jónicas de fuste liso.
• Capilla de Oballe en la iglesia de San Vicente (1607). Depositado en el Museo de Santa Cruz. El frontón es curvo y partido, sostenido por columnas corintias con fuste acanalado.
• Capilla del Hospital de Tavera (1608). El Greco entregó las trazas para tres retablos. Fallecido en 1614, su hijo realizó los laterales conformados en dos cuerpos: el inferior, similar al retablo de Oballe y el superior coronado por un frontón triangular. En medio de un largo pleito, el altar mayor fue muy reformado por Jorge Manuel en 1625, seguido de una larga reforma que eliminó las ideas de los Theotocópuli.
Sobre otros retablos del Greco fuera de Toledo
• Iglesia de Talavera la Vieja (Cáceres) 1591. Retablo de Nuestra Señora del Remedio. Destruido en 1936.
• Capilla del Colegio de doña María de Aragón (Madrid) 1596-99. Tres retablos, desmontados ha. 1820.
• Monasterio de Guadalupe (Cáceres). En 1597 contrató el retablo mayor pero no llegó a realizarlo.
• Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina (Toledo). En 1603 el hijo del Greco, Jorge Manuel, contrató un retablo para aquella ermita pero que no llegó realizar o se perdió tiempo después.
• Iglesia del Hospital de la Caridad de Illescas (Toledo). En 1603 los Theotocópuli contratan siete retablos que perduran en su lugar.