Desde días antes, los vecinos suelen colocar en la calle sillas que sacan de sus casas sujetándolas entre sí, pues larga espera y el desarrollo de la procesión ocupan toda la mañana del Corpus. También se alquilan sillas en ciertos lugres del recorrido, cocentrándose el mayor número de asientos en la plaza de Zocodover y su entorno. Existen tres escalinatas que, desde temprano aprovechan algunos asistentes para ver mejor el cortejo e, incluo, sentarse: en  la plaza Mayor, ante el teatro de Rojas; el edificio de la Universidad en la plaza de San Vicente y la fachada de la iglesia de los jesuítas en la plaza del Padre Juan de Mariana.

Hay tramos de la carrera especialmente pintorescos, pero no siempre suficientemente anchos para el paso del cortejo y la concurrencia de muchos espectadores, por eso es recomendable buscar acomodo con suficiente antelación, así como prevenirse contra las aglomeraciones y el calor que suele ser habitual en esa jornada.

Es posible ver la procesión en más de un lugar, especialmente si el primer punto ha estado entre la Catedral y la plaza de Zocodover, pues aquí, el cortejo se detiene momentáneamente un tiempo para escuchar la homilía del Arzobispo y recibir la bendición con la Eucaristía, después, la comitiva continúa su marcha hasta la Catedral. 

Finalmente, concluida la procesión, la unidad militar que ha participado en las calles y en el cortejo, desfila desde la calle de Carlos V atravesando Zocodover por delante del Arco de la Sangre. Este momento cierra la mañanadel Corpus Christi de Toledo.

Textos: Rafael del Cerro Malagón


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