Junto al edificio ya citado del Mercado, sobre una escalinata, se levanta el Teatro de Rojas (1878), proyecto de Rodrigo Amador de los Ríos que sustituyó a la antigua Casa de Comedias cuyas trazas dio Jorge Manuel Theotocópuli en 1604. El lado opuesto de la plaza corresponde a la parte posterior del Hospital del Rey reformado por Nicolás de Vergara en 1603. En los muros catedralicios pueden verse los vítores de color rojizo dejados por quienes se doctoraban en la Universidad toledana de Santa Catalina. El centro de la plaza se aprovechaba para puestos y la venta menor en el abasto diario. La procesión sube luego por un estrecho tramo de la calle de las Tornerías, nombre que recuerda a este antiguo gremio, conservándose en ella, más arriba, una pequeña mezquita de época califal (s. XI) sobre unas galerías de época romana relacionadas con el abastecimiento de aguas.